Antiguo y conocido Campo de Montiel

El Campo de Montiel nos ofrece una riqueza paisajística y monumental fuera de toda duda, no tenemos más que echar una ojeada a nuestro alrededor para constatarlo. Si tomamos como punto de referencia Villanueva de los Infantes, nos encontramos con una ciudad esplendorosa y bella donde las haya. Una ciudad que urbanísticamente floreció como sale un champiñón de la tierra, cuadruplicando la población en apenas 90 años en el siglo XVII.

            Villanueva de los Infantes no es una ciudad que pueda hablar de paso de distintas civilizaciones, ya que se trata de una “villa nuevamente fecha”, como nos dicen las Relaciones Topográficas de Felipe II. Su trazado es rectilíneo hipodámico, constituyéndose amplias calles que se fueron poblando de casas palacio, conventos y otros edificios civiles que conforman el conjunto monumental del que disfrutamos hoy en día. Hablamos de los siglos XVI y XVII. Sumemos a este legado monumental que nos ofrecen los pueblos de ese antiguo y conocido Campo de Montiel el milagro de las Lagunas de Ruidera.

            Hoy somos herederos de la historia, floreciente, de esta villa, poblada de escudos y blasones que nos hablan de un pasado de gloria. Nuestra deuda con la historia es hacer honor a ese pasado cuidando, manteniendo y entregando ese legado a las generaciones venideras.

            En un folleto publicitario leíamos la siguiente reflexión: “el edificio, de gran belleza y valor monumental fue destruido por manos ignorantes”. Nos llamó poderosamente la atención esta frase, así, no permitamos que nadie diga eso de nosotros.